En la Nota anterior pudimos
observar que en los países más pobres se ahorra más que en los más ricos y que
las clases sociales de menores ingresos y la clase media son las que más
ahorran. Ahora vamos a analizar el tema de los ahorros referido a las
Instituciones de Microfinanzas (IMFs). En este sentido se partió de las IMFs
registradas en MIXMARKET a nivel mundial, que sumaron un total de 2.446. Sin
embargo, el reportar la información a esta organización es voluntario, por lo
que cada IMF decide que información va a suministrar o si va a reportar algunas
cifras aparte de los perfiles. Para analizar los ahorros se necesitaron las
carteras de préstamos y ahorros y el número de prestatarios y ahorristas en el
2012, lo que redujo las IMFs registradas a 1.971, pero en todo caso, es una
muestra representativa. Se incluyeron y desagregaron las diferentes regiones de
manera de poder comparar los patrones de las IMFs en cada una. La división
regional fue la de MIXMARKET.
En la primera
tabla se usó como criterio de comparación los rangos que representan los
ahorros como porcentaje de los préstamos, de manera que si no tienen ahorros el
porcentaje es cero, si toda la cartera de préstamos esta financiada totalmente con
ahorros el porcentaje seria 100%, los rangos se dividieron en tres categorías:
De 1% a 29%, el segundo rango va del 30% al 49% y la tercera va del 50% a 100%. Los ahorros
que exceden a los préstamos y cuyo porcentaje sería superior al 100%, se
analizan en una segunda tabla.
Se puede
observar que en la participación más alta de los ahorros en la cartera de
préstamos (50% a 100%), los ahorros representan en promedio el 62,1% en toda la
categoría, destacando a la región Latinoamérica y el Caribe con un 69,7%. Como
se puede ver, en conjunto la cartera de ahorros fondea algo más de la mitad de
los Microcréditos, considerando que las IMFs en esta categoría pueden recibir legalmente
depósitos del publico, este porcentaje aún es bajo, por lo que el esfuerzo que están
realizando para atraer y movilizar los mismos es limitado. Es importante
destacar que este rango apenas representó el 20% de los países representados en
MIXMARKET.
En el segundo
rango de 30% a 49%, los ahorros fondeando los préstamos son casi la mitad del
porcentaje promedio del primer del rango (37,0%) y la región con mayor peso (40,0%)
es África. Este es el rango con mayor número de países (32,9%) por lo que se
puede afirmar que es también la mayor tendencia mundial observada.
En el tercer
y menor rango 1% a 29%, los ahorros apenas fondean una quinta parte de los
préstamos de lo observado en el primer rango (14,0%) y prevalece la región de
Asia Oriental y el Pacífico (22,7%). Sin embargo, debido a que el promedio lo
hace caer solo una región; si calculamos el promedio sin esta región el
promedio sube a 16,4%, reduciendo la comparación con el primer rango a una
cuarta parte. En este rango, cae de nuevo la presencia de países (27,1%), manteniéndose
el primer rango como el más bajo de los países.
En el último
rango con las IMFs que no movilizan ahorro el 20% fue sorpresivamente bajo, lo
que confirmaría la falta de interés de las IMFs para movilizar ahorros, ya que
el 80% si pueden recibir depósitos.
Mi percepción sobre la limitada
participación de las IMFs con los ahorros como fuente de fondos se puede deber
a varias razones: (1) Las raíces históricas de las IMFs fueron ONGs cuyas
fuentes de fondos se limitaban al capital, los prestamos blandos de terceros y
las donaciones, según evolucionaron hacia las Microfinanzas a partir de los
años 90s; en parte por cambios legislativos, en parte por el carácter cooperativo
que en aquella época no estaban supervisadas por la autoridad bancaria y en
parte por la conversión de muchas ONGs a bancos, se les abrió la posibilidad de
recibir depósitos del público, pero su cultura era básicamente de fondeo con el
crédito; (2) La falta de experiencia en la promoción y movilización de depósitos;
(3) La facilidad de acceso a las fuentes tradicionales de fondeo de las IMFs a
través del capital, las donaciones y los préstamos blandos mantuvo centrado el
interés los directivos de las IMFs en lo que conocían bien, pero la crisis de
liquidez que se inició en el 2008 cerro muchas de estas fuentes y
posteriormente encareció el costo del dinero; (4) Siendo los Microcréditos
productos de demanda; es decir, que los clientes potenciales los piden sin
necesidad de ofrecerlos y no de oferta, las IMFs no tenían experiencia de
marketing y ventas para atender los requerimientos necesarios para promover los
depósitos y (5) En la trayectoria de las IMFs, el aspecto y la presencia física
no era importante, por lo que la imagen de los locales dejaban mucho que desear
para atraer clientes que solo quieren depositar su dinero en un lugar seguro y también
la localización de las agencias estaba cerca de su mercado local de
Microcréditos y lejos del mercado de los que solo buscan un lugar sólido y
confiable para guardar su dinero. La evidencia de esta percepción se puede
observar cuando muchos de los clientes exitosos de Microcréditos mantienen sus
ahorros en los bancos comerciales, cuando alcanzan el monto mínimo exigido por
estas instituciones.
La segunda tabla muestra un aspecto aparentemente
contradictorio ya que el disponer de muchos ahorros, excediendo la cartera de
préstamos, en una IMF pareciera ser lo ideal y fortalecería a la institución.
Sin embargo no es así, ya que hay que pagar los intereses a los ahorros
(Usualmente más altos que lo que pagan los bancos para hacer más competitivas a
las IMFs en ese mercado) con lo que si el exceso de dinero no es prestado se
estaría generando un costo financiero sin el ingreso como contrapartida, lo que
afectaría los beneficios de la IMF,
pudiendo inclusive hacerle caer en perdidas. Muchos de ustedes tal vez me
argumenten que por eso las IMFs piden préstamos de acuerdo a la demanda de
créditos, pero hay cuatro razones para no fondearse principalmente con préstamos: (1) El costo de los préstamos, aún con los blandos,
será siempre muy
superior a los intereses de los
ahorros; (2) Los intereses recibidos por el exceso, al ser invertirlos, serán
mucho más bajos que si se prestan; (3) El vencimientos de los préstamos de
fondeo son por la totalidad y a fecha fija, mientras que lo atomizado de los
ahorros hace muy poco probable que todos los ahorristas decidan retirar su
dinero en un mismo momento y (4) La atracción de nuevos depósitos se controla
subiendo o bajando las tasas de interés y mediante acciones de marketing, lo
que a su vez también ayuda a un mejor control sobre el costo del dinero. En
líneas generales, las IMFs que pueden recibir ahorros deberían recurrir a los
préstamos como una función complementaria de fondeo, de manera que su
incidencia sea menor a la de los depósitos.
Si bien en la segunda tabla la
presencia de IMFs cuyos ahorros superan a la cartera de Microcréditos es muy pequeña
(3,9%), también es cierto que las que superan dos veces la cartera de préstamos
representan casi la mitad del grupo, lo cuál es incomprensible, ya que denotan
una dificultad para prestar adecuadamente o una visión financieramente
equivocada de la importancia de tener mucha liquidez.
Creo que en las IMFs hay un enorme
potencial para bajar los intereses de los préstamos fondeándose con el dinero
más barato del público. Cuando pueden recibir depósitos y no lo están haciendo
están encareciendo los Microcréditos de sus clientes. Como ejemplos extremos tenemos
a la región de Oriente Medio y América del Norte, en la cual el crédito están
siendo fondeado con muy poco ahorros (3,3%), pudiendo lograr en su enorme
mercado potencial, un menor costo de los fondos y además fortalecer el ahorro familiar
nacional en sus países.
José Linares Fontela
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